En la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (Facet) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), una veintena de varones encontraron una respuesta concreta a la pregunta sobre cómo mejorar las chances de trabajar y aumentar los ingresos: capacitarse en un oficio con salida laboral inmediata. Ellos fueron los protagonistas del primer acto de colación del Curso de Instalación, Reparación y Mantenimiento de Aire Acondicionado de hasta 6000 frigorías/hora que se hizo ayer en la sala de audiovisuales de la Facet, con la participación del decano Miguel Cabrera.

ENTREGA DE DIPLOMAS. El acto de colación de la primera promoción de instaladores de aires de la Facet./CORTESÍA DE JUAN CARLOS SANTANA

Santiago Patiño, estudiante en la recta final de Ingeniería Industrial de 26 años, está entre los que concluyeron la capacitación para trabajar con aires. Él decidió aprovechar esta oportunidad, pero no lo hizo solo: convenció a su mejor amigo de la secundaria, Santiago Enrico, que hoy trabaja como no docente en la Facet, y se sumó también.

“Vi que hay mucha demanda en verano y poca oferta. Además, en esta época estoy en interzafra, así que tengo las tardes libres. Me pareció una buena oportunidad para agregar una nueva salida laboral y capacitarme bien, con respaldo”, cuenta Patiño, que trabaja como supervisor de mantenimiento en la citrícola San Miguel.

Una gran salida laboral

¿Qué salida laboral tienen los instaladores y reparadores de equipos de climatización? “Muy buena”, responde Patiño sin dudar. “Hay muchísimos aires acondicionados en las casas, oficinas, negocios, y muy pocos técnicos formados. Muchos hacen el trabajo sin saber y terminan rompiendo más de lo que arreglan. Por eso formarse es clave”, apunta.

El oficio no sólo tiene demanda: también puede ser muy rentable. Se calcula que una instalación básica de aire acondicionado puede rondar los $ 700.000 pesos. “Lo más importante que quien la haga tenga los conocimientos adecuados y esté bien capacitado”, insiste Patiño.

Los amigos destacan la necesidad de fomentar el profesionalismo. “La matriculación y el título no son obligatorios para trabajar, pero sí dan respaldo. Que un cliente sepa que tenés formación cambia todo. Hoy hay personas que dicen ser técnicos y no lo son”, agrega Enrico.

ALTA DEMANDA. Este curso de la UNT forma profesionales en refrigeración. / CORTESÍA JUAN CARLOS SANTANA

Emprender y seguir aprendiendo

Los graduados flamantes ya tienen nuevos planes. Enrico quiere continuar con formaciones técnicas y sumar herramientas para emprender. Patiño, en tanto, está por recibirse de ingeniero industrial y no piensa detenerse ahí: “me gustaría hacer un MBA (maestría en administración de empresas), estudiar Inglés en profundidad y también seguir haciendo cursos como este. Siempre estoy atento a lo que sale”.

Esta primera experiencia demostró que el curso tiene público. Y, después del receso invernal, la Facet tiene previsto lanzar nuevas capacitaciones para quienes quieran reparar y mantener aires acondicionados de automotores y equipos tipo inverter, que son más eficientes y modernos. En agosto también comenzará el Diplomado en Tecnología Mecánica con una mirada más amplia del mundo industrial.

CURSOS DE LA FACET. Tras el receso de invierno, se vienen nuevas capacitaciones en mecánica y climatización automotriz. / CORTESÍA JUAN CARLOS SANTANA

¿Y las mujeres?

En esta edición inaugural del curso para instaladores de aires no se anotó ninguna mujer. “Es raro porque la inscripción estaba abierta a todo el público. Tal vez tiene que ver con que algunos trabajos, como instalar una unidad exterior, requieren fuerza o trabajar en altura. Pero eso no debería ser una barrera si hay organización y colaboración”, reflexiona Patiño.

Los amigos coinciden en que en otras áreas técnicas ya se ve más participación femenina. “En ingeniería mecánica, por ejemplo, tengo compañeras. Se nota un cambio en los últimos años. Las mujeres están empezando a meterse en espacios que antes eran sólo de varones y eso está buenísimo”, señala Enrico.

Entre herramientas, cartillas técnicas y tardes compartidas, dos amigos encontraron en este curso no sólo una salida laboral, sino un nuevo camino para seguir creciendo. Como dicen ellos: el futuro también se construye con frío, calor, práctica y decisión.